Quiero ser gato, por la puta!


Story of my life, digamos. Hola pequeños. No sé si será la cantidad de drogas antigripales que tengo adentro, o que hace rato vengo cocinando un montón de sentimientos que de tanto estar en el horno se me están pudriendo.

Y es que un día de estos agarré en el aire un RT (un retuit q llaman p lo q no sabe de tuistersh):

: Soy experta enamorando al que no me gusta y enamorándome del que no le gusto.”

Esto, y conversaciones con desequilibrados como Lola y Fede llegué a a conclusión que está en mi naturaleza eso de andar recogiendo zaguates... está en nuestro instinto maternal salvador que nos entre el sentimiento veterinario, y nos vayamos de jupa a juntar ese perro a la orilla de la calle, que muy probablemente acaban de lastimar y está a la defensiva, q sabemos que nos va a morder y que seguramente aproveche el techo, cobija, y por supuesto, comida gratis, mientras se siente mejor para hacer un hueco en el jardín y salir corriendo por la noche, en silencio y con la cola entre las patas... a qué? a q le majen otra vez el hocico de nuevo en la calle.

Y que nos queda a nosotros? Periódicos llenos de mierda, una inversión desperdiciada de alimento, juguetes y antipulgas, una que otra roncha de garrapata y obvio, otro hueco más en la cerca del jardín.

Se notó el odio? Ay perdón.

Y como todo, eso también tiene contraparte, a veces somos nosotros los zaguates... que entre más nos patean, más estamos ahí, fieles, dando la patica, haciendonos los muertos para evitar el fajazo de la realidad. Cuando deberíamos ser más como:


Conmigo no funciona el "te ignoro para que te enamores". A mi me ignoras y te vas a la mierda.


Perdón por tanta referencia tuiteriana, estoy enferma y ya, déjenme.

Yo la verdad, quiero ser gato. Dejar de juntar zaguates recien atropellados por la vida. Dejar de mendigar debajo de la mesa por las boronas. Dejar de alistarle un lugar cálido en mi casa a quien prefiere andar durmiendo en cajas de cartón. Dejar de responder las patadas con la cola entre las patas y bajando las orejas. Dejar de ofrecer lo que tengo a quien no lo merece. Dejar de, como dice la imagen que ilustra hoy nuestro cortico, pero sustancioso post, "interrumpir" en al vida de quien no quiere ser interrumpido.

Quiero ser gato por la puta.